"En esta mañana se antojan unos ricos Hot Cakes con mermelada de fresa", ¡Espera, no te acerques a la alacena!; se oyó una explosión que se desplazó varias calles, su cadaver salió volando hasta aterrizar en el auto de Kerry, como era de esperarse, ella salió corriendo, gritando asustada, Entre el humo apareció una silueta, y se oyó una voz: "no sabía que desayunarás tan temprano" dijo, y volvió a desaparecer de entre los escombros.
"¿Otra vez?, preguntó el detective mientras inspeccionaba con cuidado el cadaver, "¡Ya son cinco con este!, y en sólo una semana", "habrá que mejorar la seguridad en toda la manzana".
Una inocente chica estaba sentada en el parque, disfrutando de la cálida brisa de la mañana, se dedicaba a escribir poemas, se sentía inspirada:
"Amo el sol, tanto como al cielo,
y cada creación que en el mundo se ha hecho
tan sólo ver como cubre con su hermoso velo
como los lindos ojos de un animal al acecho
Esta suave brisa me hace recordar...
¡Oh!, ¡Cuanto amo a Carl!... hmmm...
... ¿Qué rima con "Carl"?"
Era algo curioso, puesto que amaba y defendía a los árboles, aún después de haber escrito tantas veces el nombre de "Carl" entre corazones, y después se ponía a arrancar flores, "Creo que ya se hizo tarde" se dijo a si misma, entonces abandonó el parque y se dispuso a ir a su casa, después de sobrepasar el insoprtable tráfico, descubrió algo extraño en su casa... además de el hecho de que la cocina ya no estaba; "¡Carl!, ¡Carl ¿Dónde estas?!", comenzó a gritar desesperadamente.
Al verla, el detective corrió, a verla, ya que sabía que iba a necesitar un poco de ayuda... "Cariño, ¿estas bién?", preguntó el detective, "Si, gracias a que estas aquí Carl, siempre estaré bien" respondió entre lágrimas la chica, "¿Porqué no me llamaste?", preguntó enseguida, "Eh estado un poco ocupado como puedes ver", le contestó Carl el detective, "Escucha cariño, debo regresar a la comisaría, para revisar varios archivos, te prometo que regresaré lo más pronto posible, no pienso tardar más de media hora", mencionó Carl, le dió un beso y se fué.
Llego a un extraño edificio, algo parecido a un hotel, pero que debido a infringir millones de reglas de insalubridad, no se le podía llamar ni siquiera: "edificio", Piso a piso rechinaba todo el día (ya se imaginarán porque); toda la ambientación era color rosa, y todas las lámparas tenían ese color, a excepción de la habitación 184 "¿Esta aquí?" preguntó Carl, "Habitación 184", le respondió con una voz ronca el gerente, mientras regresaba sus ojos a la pequeña televisión. El día era hermoso, despejado, sin ninguna nube que opacara el cielo, y con un clima cálido, sin embargo, dentro de el "hotel" todo esta tan tapizado que no llegaba a entrar ningun rayo de luz de el exterior; Carl caminaba con cuidado por las escaleras con temor de caerse, o incluso de que las escaleras fueran a romperse, pero sabía que era menos peligroso que el elevador, finalmente llegó, tocó la puerta, y una voz de el interior le contestó "pasa, te estaba esperando"; estaba completamente obsucuro, "acabemos con esto de una vez", "no quiero levantar ninguna sospecha", dijo Carl mientras trataba de hallar a ciegas un lugar donde colgar su abrigo, se oyó el lento paso de unas botas que se iban acercando lentamente a Carl... "¡...Y bien?, estoy esperando", dijo una vez más la voz, "De acuerdo, aquí tienes, lo que acordamos y un pequeño regalo de mi parte, por el buen trabajo", "Sabes que no hago esto por dinero", contestó la voz mientras lo miraba a los ojos, "Debo irme" dijo y al abrir la puerta intento ver con la luz de el corredor la cara de su mercenario, no pudo, usaba una máscara completamente negra que sólo descubria sus ojos.
Cerró la puerta y abrió la de el baño, prendió una luz, y al quitarse la máscara, descubrió una de las cosas más hermosas que dios a creado, pelo negro corto a ambos lados de su cara... labios rosas que brillaban y asesinaban con sonrisas... una pequeña nariz que simbolizaba la simetría... y sus ojos... sus ojos definían por completo su belleza, ambos poseían un hermoso color violeta, otro milagro más de la naturaleza, tan hermosa... sería un crímen siquiera poner una gota de maquillaje, puesto que la perfección se había logrado, Oh, claro, como toda hermosa creatura, ella tenía un nombre se llamaba ... Vannessa Gazeman