lunes, 17 de noviembre de 2008

Spike

lunes, 17 de noviembre de 2008
La gente suele usar máscaras, algunos lo hacen para sobresalir del resto, otros lo hacen para pasar desapercibido, muchas de las personas que pensabamos eran inocentes e incapaces de cometer cualquier especie de atrocidad, son los que resultan ser los culpables de la mayor cantidade de crímenes que nadie pudiera haber imaaginado. Tal es el caso de Alan Gore, cuyo castigo fué aún mayor que su crimén mismo...

Alan trabajaba en una compañía cosmetiquera, algo extraño para un hombre, pero fué lo mejor que pudo conseguir siendo farmacobiólogo, en su emprese conocía a bastantes mujeres además de sus compañeras de trabajo, su jefa y las modelos que iban cada tarde a su despacho a pedirle un consejo, (con las cuáles por cierto, pasaba horas y horas, y algunas de ellas incluso no regresaban). Vivía muy humildemente en una casa pequeña, con un sótano lleno de herramientas, le encantaba la mecánica, pero el reparar autos no era más que un hobby que hacía en su tiempo libre, no estaba casado, pero estaba comprometido con una hermosa modelo, de nombre Alice, definitibamente poseía una vida que muchos envidiarían. 

En especial habiendo violado a más de 30 mujeres y aún así sin siquiera ser atrapado ni una sola vez; en efecto, Al (como lo llamaban sus amigos), gozaba del fetichismo, y la tortura sexual como cualquier otro hombre con una mente retorcida, la única diferencia es que, el tenía accesible a cualquier mujer que deseara, las llevaba a su casa, (a veces voluntariamente, a veces a la fuerza), pero siempre terminaban desnudas, colagadas con un dispositivo que las hacían sangrar de alguna parte de su cuerpo; mientras el se sentaba cómodamente en una silla frente a ellas, escuchando sus gritos y lloriqueos, que sonaban como música para el, entonces lentamente se acercaba a ellas, y con un pequeño pañuelo comenzaba a secar sus lagrimas diciendo: "calma, calma", suspiraba de una manera extraña, y abandonaba la habitación, las pobres chicas se quedaban solas, colgadas, frente a un montón de cadáveres, sin nadie que las pudiera escuchar.

Al, incluso llego a practicar el canibalísmo una vez, cuando probó la sangre de una chica, pasándole la lengua por todo su cuerpo... después cortándoselo, aún viva, en varias partes para meterlas al horno, curiosamente fué lo que preparó en la cena en la cuál le propuso matrimonio a su novia, cuando ella le preguntó que era, el sólo dijo: "receta secreta". Otro día, al ver su garage con un olor insoportable y con litros y litros de sangre derramada en el suelo, decidió que era ora de hacer algo con ello; entonces pensó en aquella reina que usaba la sangre de las jovenes para mantenerse jóven ella misma; eso hizo, ideó una crema que usaba la sangre de jóvenes como elemento activo, la llamó: "sangre real", (refiriéndose al rengo de la nobleza), pero reía cada vez que la gente lo decía porque, en realidad era: ¡"sangre real"! con un poco de crema.

Se comenzaron ainvestigar las desapariciones; pero nadie nunca sospechó de Al, hasta que fué encontrado con las manos en la masa, irónicamente, esta ocasión no había sido su culpa...

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