Este era un hombre...
Otro hombre más que soñaba...
A las chicas las traía locas...
Todos los hombres lo envidiaban
Podía mover montañas...
con el simple hecho de decir una palabra.
Al momento de mover su boca, todos quedaban impresionados
ya que no había quien tuviera más razón
que la que el estaba expresando...
sin embargo a él solo le interesaba su ser amado...
esa mujer que incluso se sentía más especial que él mismo
a pesar de todo lo que ya se ha dicho...
Entonces el hombre comienza a despertar...
y a afrentar de nuevo su triste realidad...
Trata de verlo todo con una sonrisa...
a pesar de que por dentro, su corazón se convierta en trizas
De repente se paraba en la plaza y recitaba poemas como un loco...
creía que lo aclamaban, pero nadie si quiera se había percatado un poco
Sonríe y regresa a su casa, a soñar una vez más
A tratar de eliminar ese frío sentimiento de soledad...
De que a nadie realmente le interesa...
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