El Asesino de Vainilla Cp #1

Inspirado por la música de Amon Tobin

Otra vez...

Al oeste, en el horizonte se encuentra la vieja y hermosa ciudad de Vainilla, manchada como cualquier otra de basura urbana, allá a lo lejos se ve caminar un alma, muy alta y delgada con camisa a rayas y abrigo aunque no haya frío, su barba ha dejado de rasurar por hace décadas, su piel es pálida y en algunas zonas morada, como si estuviera desnudo expuesto al frío; en su boca se encuentra un cigarro de una mezcla entre tabaco, marihuana y cocaína, lleva las manos en las bolsas; si se levantara la vista podríamos apreciar sus ojos vidriosos y rojos, casi sangrantes, llenos de cataratas y con ojeras enormes como si no hubiera dormido en meses o casi años.

Va acercándose lentamente a un callejón, se hinca da un fuerte suspiro, baja la cabeza, le da otro golpe más a su cigarro, mira al cielo y comienza a patear un bote de basura que tiene a un lado, grita con todas sus fuerzas, pero nadie a su alrededor lo escucha; entonces sigue su camino en la esquina de la cuadra se encuentra un restaurante, las nubes comienzan a juntarse, se oyen truenos y comienza a llover, por lo que va pronto a este lugar a refugiarse.
Dentro de él encuentra un vacío inmenso, todo sucio y descuidado, "le puedo servir en algo", escucha una voz, se voltea y pone sus brazos al frente, voltea una vez más hacia atrás, ve una pareja de jóvenes amantes que decidieron cenar en ese lugar, vuelve para si, grita en su interior, siente coraje por lo que tenía que realizar, se levanta bruscamente y entra al baño, ahí arroja su cigarro al suelo, va hacía la taza y vomita en su interior, después de eso siente que se desmaya y cae hacía un lado, su respiración cada vez se vuelve más rápida se levanta jalándose el cabello, va hacia al espejo y se aprecia a sí mismo, "en que me he convertido", piensa para si, una vez más nadie lo oye, empieza a buscar en su abrigo algo importante, entonces saca una pistola de 9mm, "la clásica" como el solía llamarla, la carga y la guarda otra vez, regresa de nuevo pero no ve la pareja de enamorados, así que sale a la calle mira hacia los 2 lados y a lo lejos alcanza a ver una silueta curiosa de actividades libidinosas; se pasa a la esquina de la calle siguiente saca su arma y apunta cuidadosamente al hombre que estaba parado muy cómodamente bajo la lluvia besando a su novia, apunta hacia la cabeza cuidadosamente a pesar de la obscuridad en un segundo... decide... dispara... y se hecha a correr a su hogar, la pobre mujer comienza a llorar al ver ahora a su ya difunto novio, no sin antes gritar, parecería que había sido un día agitado pero para él ya se ha vuelto normal.