Semercantes estrufulos comentados expectantes de aire severo
descansan hábilmente en tus cadáveres verdes sembrados en un huerto
congelados a más de 60 grados, resignados a pasar la vida en el vertedero
comiendo regaños y haciéndose a un lado mientras pasan los muertos.
Murmuran de cosas relativas a la gravedad y la ley de la atracción
resuelven problemas sacando los resultados de su nariz mágica
comentan sobre el pan que ha dejado moronas,
igual a las de su convicción
rotagica, papritica rascándose las espaldas, así su respuesta será rápida.
Saludos del cerebro que se encuentra del lado izquierdo,
orillado a ser veneno
rompen con su esqueleto todas las naciones,
contenidas en un frasco de mayonesa
se han pintado las ventanas de colores,
se ha corregido el sabor de cereza a frambuesa
vagabundo fantasma paseándose
por el cementerio con un estornudo eterno.
¿Y como iba yo a saber que no hablaban mi idioma?,
todas corrían como un montón de zorras,
salpicadas de tinta roja, clavadas a la pared por las patas
toma, te regalo mis ojos, así podrás ver los gorriones que pedían
a gritos que se cayera del techo,
sumiéndose por tu pequeño infeliz deseo de monitorear a las ratas